A los jugadores del Barça, su gente les decía: «Campeones, campeones». Pero no se escuchaba, Mestalla sólo cantaba: «Athletic, Athletic». Por eso, los vencedores, Puyol, Messi, Xavi y demás, se dirigieron al fondo sur, al lugar donde estaba la grada rojiblanca. Y les aplaudieron. Entonces, sí se oyó: «Campeones, campeones», en las gargantas del Athletic. Los invencibles hinchas rojiblancos premiaron al ganador. Honor al Barça. Orgullo de afición. No hay manera más elegante de caer. «Athletic, beti zurekin». Athletic siempre contigo.
Así fue la sinfonía que despidió la final. Si en ese momento una gigantesca máquina de rayos X hubiera sacado una imagen de Mestalla, habría visto el alma del Athletic. Invencible. Amorebieta, acuclillado, como Etxeberria y sus compañeros, lloraba. Pero más por su gente que por la derrota. La memoria te hace inmortal, y ningún rojiblanco olvidará la emoción de ayer.
Estas son las cositas que crean afición...... estas y la mirada de un niño , expresando toda su tristeza, por la derrota de su equipo del alma....
Iker, no le des mas vueltas a ese resultado, quedate con las cositas buenas.... con ese abrazo compartido del primer gol.... con las emociones vividas y sobre todo por haberlas compartido.....
Un muxutxu muy grande TXAPELDUN!!!!!!!!!!